Viendo la calificación del GP de Australia, la respuesta solo puede ser un sí rotundo porque los dos McLaren eliminados en la Q1 y últimos en la tabla de tiempos suponen un durísimo golpe para el orgullo de la escudería de Woking, cuyo objetivo no es otro que ganar el campeonato del mundo.
Pero McLaren está a día de hoy muy lejos de pelear por el Mundial, mucho más lejos que Ferrari, y cambiar de equipo para meterse en un proyecto a medio-largo plazo no parece que tenga demasiado sentido. Tan cierto es que McLaren puede ganar el título a medio-largo plazo, como que puede hacerlo Ferrari.
Dicho esto, seguro que Fernando tiene decenas de motivos personales que desconocemos para haber hecho las maletas, y la realidad es que ahora está en McLaren y hay que apostar por ello. Y no debemos sacar conclusiones solo por lo visto hoy en Melbourne porque la desastrosa calificación del equipo británico tiene su explicación: Falta de rodaje.
Esa es la única razón que explica el bochornoso espectáculo que ha ofrecido hoy McLaren en la calificación del GP de Australia. La pretemporada ha sido demasiado corta para la escudería de Woking y, sobre todo, para el motor Honda, que no han llegado a tiempo a la primera cita del año.
Lo importante, no obstante, es que McLaren tiene mucho margen de mejora (no podían empezar desde más abajo) y se espera que el MP4-30 de un gran paso adelante cuando el coche pueda aprovechar toda la potencia el motor Honda. En Melbourne, el propulsor japonés ha trabajado con muchas limitaciones para evitar problemas de fiabilidad. Lo ha explicado Yasuhisa Arai:
“No estamos corriendo a máxima potencia en Melbourne y desafortunadamente las altas temperaturas tampoco han ayudado a los mapas de motor conservadores que hemos elegido para el fin de semana. Desde el principio decidimos no arriesgar con los motores para esta primera carrera del año, pero hay mucho por llegar por nuestra parte”
Para mañana es evidente que el único objetivo de McLaren será acabar la carrera y evitar que los Mercedes doblen demasiadas veces a sus monoplazas. La misión no será fácil porque todavía no han completado nunca una distancia de carrera.
Pero el ridículo de McLaren se digiere mejor gracias a la magnífica actuación de Carlos Sainz, que ha debutado en el Mundial de Fórmula 1 con una nota de 10. El madrileño ha batido a su compañero, Max Verstappen; se ha codeado con los grandes en la Q3 y mañana saldrá desde el octavo puesto de la parrilla. Sainz ha demostrado hoy que puede ser la alternativa de futuro del automovilismo español cuando Fernando cuelgue el casco (aún faltan muchos años para que eso ocurra).
PD. Si las previsiones de McLaren para Malasia son similares a las de Australia, creo que Fernando Alonso haría mejor descansando otra carrera y evitando el tremendo esfuerzo físico que requiere Sepang.